Tortu y su aventura en las alturas
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Tortu y su aventura en las alturas

Edades:
A partir de 4 años
Tortu y su aventura en las alturas Tortu era, como su nombre indica, una tortuga. Era lo que se dice una tortuga adulta. Como todas las de su especie en esa etapa de sus vidas, comía pequeñas cantidades de carne, pescado, insectos, hojas verdes, frutas e incluso suplementos y vitaminas. Esta sana y variada alimentación es la que convierte a las tortugas en uno de los animales más longevos de la tierra. De hecho, en condiciones óptimas, algunas pueden llegar a vivir 80 años, aunque la media es de 50.

Tortu, nuestra protagonista, tenía 35. Por eso decimos que era una tortuga ya adulta. Adulta pero muy curiosa y revoltosa. Vivía en la terraza de sus dueños, en un amplio recipiente en el que colocaban agua limpia y fresca cada semana. Tenía palmeras para esconderse y una especie de tobogán para deslizarse. Su comida favorita era la zanahoria y deseaba con todas sus fuerzas tener una compañera, pero ese momento nunca llegaba.

Un día, mientras su dueña limpiaba su casita, Tortu escuchó una voz lejana y decidió seguirla. La terraza de la casa estaba en obras y sus dueños no se acordaron de que había un hueco suficientemente grande como para que por él se colase una tortuga de dos kilos. Eso fue de hecho lo que pasó. Tortu se cayó por el hueco y fue a parar a la terraza del vecino, dos pisos más abajo.

La verdad es que el golpe fue considerable. Se cayó de espaldas y se hizo un poco de daño en el caparazón. En las tortugas, es muy resistente porque está hecho sobre todo de calcio y fósforo. Tras unos primeros momentos de aturdimiento, se dió la vuelta y se encontró en mitad de un terreno desconocido para ella.

Como las tortugas no tienen la capacidad de generar calor por sí mismas, buscó cobijo deTortu y su aventura en las alturasbajo de una planta ya que estaban en pleno invierno. Desde la terraza del vecino, Tortu escuchaba los gritos de su dueña llamándola desesperada. El problema era que los dueños de la terraza a la que había ido a parar la tortuga estaban de vacaciones y no se podían dar cuenta de que Tortu estaba allí. Esperando que llegasen pronto, se subió a lo alto de una bolsa de tierra y esperó para que la viesen bien. A los dos días, llegó el vecino y, aunque al principio se asustó un poco, pronto llamó a los dueños de Tortu tras obsequiarle con una rica zanahoria.
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