Valiente, el dragón más asustadizo del mundo
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Valiente, el dragón más asustadizo del mundo

Edades:
A partir de 6 años
Valiente, el dragón más asustadizo del mundo Había una vez un dragón al que llamaban Valiente. Pero la verdad es que era un dragón muy asustadizo que tenía miedo de cualquier cosa que le cogiera por sorpresa o que hiciera algo de ruido.

Todo el mundo lo sabía, y por eso venían seres de todas partes del mundo a ver cómo se asustaba. Para ello, ideaban trampas de todo tipo.

Valiente, a pesar de todo, permanecía muy digno. Aunque estaba empezando a cansarse de tantas burlas.

Un día, mientras un grupo estaba entretenido asustando el dragón Valiente, el cielo estalló en una gran tormenta. Bien parecía que se iba a abrir por la mitad, incluso a partirse en mil pedazos.

Valiente se escondió en lo más profundo de su cueva. La mayoría corrió a esconderse junto al dragón. Aunque los más osados decidieron salir a ver el espectáculo con sus propios ojos.

No había pasado mucho tiempo cuando los que estaban en la cueva empezaron a oír gritos.

-¡Ayuda, ayuda!

Pero estaban todos muy asustados, así que nadie se movió. Le habían dado tantos sustos a Valiente pidiendo auxilio que nadie se fiaba ya-

-¡Ayuda, por favor!

Como nadie se movía, Valiente decidió salir. Al fin y al cabo, qué era un susto más.

-¿Puedo ayudaros, o es otra broma pesada? -preguntó el dragón.

-Los niños, se los ha llevado el aire.

Valiente se asomó y vio a los niños entre las ramas de unos arbustos. El aire era muy fuerte y llovía muchísimo.

Valiente salió, muy asustado. No le gustaban los truenos, ni la lluvia, ni mucho menos aquellas rachas de viento. Pero aquellos niños estaban en peligro.
Y sin pensarlo más, Valiente emprendió el vuelo. Con dificultad logró llegar hasta los niños y los cubrió con sus alas, mientras él esperaba bajo la lluvia, aferrado a la tierra con sus potentes garras para que el viento no se lo llevara.

Valiente, el dragón más asustadizo del mundoAguantó estoicamente los golpes de las piedras y las ramas que arrastraba el viento, el agua helada y el ruido ensordecedor de la tormenta.

Cuando todo pasó ayudó a los niños a subir sobre su lomo y los llevó a la cueva, donde los estaban esperando.

Todo el mundo aplaudió a Valiente y le pidieron perdón por haber sido tan crueles con él.

Los niños le preguntaron:

-Dragón Valiente, ¿no has tenido miedo?

-Muchísimo -dijo el dragón-. Pero ser valiente no significa no tener miedo, sino reunir el valor suficiente para hacer aquello que más te atemoriza.
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