Tres tubonianos en el planeta Tierra
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Tres tubonianos en el planeta Tierra

Edades:
A partir de 4 años
Tres tubonianos en el planeta Tierra Lisa estaba tranquilamente jugando en el patio, en casa de su abuela. La abuela de Lisa vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Todos los veranos, Lista se iba con ella.

En aquel pueblo no solía pasar nada extraño ni emocionante. Hasta ese día.

Lisa estaba construyendo una especie de castillo con piedras y ramas cuando algo parecido a una nave espacial aterrizó frente a ella. La nave se abrió y tres seres salieron de la nave.


—¡Hola! —dijeron los tres seres a la vez.

Lisa estaba tan asombrada que no pudo contestar.

—¡Hola! —repitieron los tres seres de nuevo.

—Ho… Ho… hola —dijo la niña—. Me llamo Lisa.

—Somos tubonianos —dijeron los tres seres.

Lisa los miró extrañada. Aquellos seres estaban llenos de tubos por todas partes. Tenían tubos en la nariz, en las orejas, alrededor de las piernas y uno muy fino en la boca. Incluso tenían un tubo en la cabeza que los conectaba a los tres.

—¿Tubonianos? —consiguió decir Lisa.

—Sí —dijeron los tubonianos—. Venimos de un planeta lejano.

—¿Por qué tenéis tantos tubos en vuestro cuerpo? —preguntó Lisa.

—Porque somos tubonianos —dijeron los recién llegados.

—Claro, por eso —dijo la niña, aunque no entendía nada.

—Nuestros tubos nos permiten respirar, alimentarnos, pensar y comunicarnos —dijeron lo tubonianos.

La niña, que no dejaba de mirarlos, preguntó:

—Los tubos de la cabeza ¿os ayudan a hablar a la vez?

Los tubonianos respondieron:

—Sí, y nos ayudan a comunicarnos entre nosotros sin hablar.

—¿Qué hacéis aquí, en la Tierra? —preguntó Lisa.

—Queríamos respirar aire de verdad, porque en nuestro planeta no hay —dijeron los tubonianos.

—Aquí es aire está muy limpio —dijo Lisa—. Os encantará.

LTres tubonianos en el planeta Tierraos tubonianos se quitaron los tubos de la nariz e inspiraron profundamente.

¡Qué maravilla! —dijeron los tubonianos.

Los tubonianos se quedaron varias semanas por la Tierra, probando el aire de diferentes lugares. De algunos salieron huyendo, porque el aire estaba muy sucio y les hacía daño.

Cuando por fin decidieron regresar, pasaron a despedirse de Lisa.

—El aire puro es un tesoro, pequeña amiga —le dijeron—. Disfrútalo todo lo que puedas.

Después se subieron a su nave y regresaron a su planeta. Lisa pensó que realmente era muy afortunada por poder disfrutar de aquel lugar. Y deseo poder hacerlo durante mucho tiempo.
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