Pedro y Lola
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Pedro y Lola

Edades:
A partir de 6 años
Pedro y Lola En la selva vivían muchos monos. Dos de ellos eran Pedro y Lola. Pedro y Lola eran grandes amigos. Ya de pequeños jugaban juntos y a medida que iban creciendo seguían compartiendo su tiempo contándose sus vivencias mientras salían a recolectar alimentos o practicar sus habilidades acrobáticas entre las ramas de los árboles.

Como todos los monos de la selva, tanto Pedro como Lola tenían ambiciones. Ellos querían progresar y que su vida en la selva fuese cada vez mejor y más cómoda.

Los dos monos compartían sus sueños. Pedro y Lola pensaban y conversaban acerca de lo mucho que les gustaría construirse una guarida en algún árbol cercano al río para tener siempre acceso al agua de manera cómoda. También pensaban en que sería una muy buena idea organizar la recolección de bananas y frutas para no tener que hacerlo a diario y poder tener tiempo de sobra para columpiarse entre las ramas o descansar del calor selvático a la sombra de un árbol.

Por mucho tiempo, tanto Lola como Pedro intentaban conseguir sus objetivos. Por separado, cada día salían a explorar y buscar un buen lugar para construir su refugio. Otras veces intentaban conseguir materiales y armar la guarida. También solían dedicarse a pensar e idear como organizar y administrar sus frutas para tener más tiempo libre para divertirse, aprender cosas nuevas o descansar.

Al finalizar el día, los dos monitos se juntaban en algún árbol de la selva y se contaban como había sido su jornada. Muchas veces estaban muy entusiasmados porque se veían muy cerca de cumplir sus metas. Pero al poco tiempo fracasaban y tanto Pedro como Lola se frustraban.

Así pasó mucho tiempo. Pedro y Lola trabajaban cada día para mejorar, y no lo lograban. Los dos monitos se sentían ya muy deprimidos y en muchas ocasiones llegaron a pensar que eran dos inútiles incapaces de conseguir algo. Les parecía triste, pero conseguir lo que querían era más difícil de lo que pensaban.

Una tarde Lola, después de dar un paseo entre los árboles, tuvo una genial idea. ¿Podría funcionar? Lola corrió de inmediato a buscar a Pedro y contarle su plan. La monita le explicó que de tanto pensar y de tanto hablar de sus intentos fallidos había observado que tal vez el éxito llegaría más fácilmente si en vez de intentar cada uno por su cuenta formasen un equipo.

Lola y Pedro se dieron cuenta de que uno de ellos tenía la habilidad que al otro le faltaba. Por ejemplo, Pedro era más habilidoso que Lola para subirse a los árboles más altos a recolectar frutas. Pero Lola tenía mejores ideas para administrarlas. Pedro tenía mucha inteligencia para diseñar y pensar como tendría que ser su guarida. En cambio, Lola era más astuta para elegir la ubicación en cuanto a la posición del sol y la distancia al río.

Pedro y LolaAsí los dos monitos decidieron que trabajarían en equipo. Entre los dos construirían el refugio de cada uno e idearían el plan de administración de frutas.

Ahora, todos los días Pedro y Lola se dedicaban a sus proyectos. Las cosas poco a poco tomaron forma. En unos días encontraron el lugar perfecto para la guarida de cada uno. Luego empezaron a construirlas. Al poco tiempo llegó la idea para administrar sus alimentos. Los dos monitos vieron que sus planes ya no estaban frustrados, sino que comenzaban a avanzar.

El tiempo pasó y ya tanto Lola como Pedro tenían cada uno su propio refugio, dedicaban algunos días a conseguir sus alimentos y otros a descansar, jugar o explorar nuevas aventuras.
Con su amistad, sumando sus habilidades y esfuerzos los dos monitos lograron cumplir sus planes.

Ahora son un gran equipo que saben con certeza que pueden lograr todo lo que se propongan.
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