Paseo por la luna
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Paseo por la luna

Edades:
A partir de 4 años
Valores:
Paseo por la luna Perico quería ser astronauta. Ese era su gran sueño. Todas las noches miraba por la ventana para ver la luna e imaginar lo que sería poder estar allí arriba.

Un día llegó a casa de Perico una carta. Era de una agencia espacial que buscaba jóvenes intrépidos que quisieran participar en una expedición sin precedentes.

Los padres de Perico no estaban muy convencidos. Aun así concertaron una entrevista con los representantes de la agencia para que les explicaran más detalles.

-No te hagas ilusiones, Perico -le advirtieron-. Solo vamos a informarnos.

Perico y sus padres fueron a las instalaciones de la agencia, donde les explicaron todos los detalles: la preparación, el entrenamiento, la misión…

-Tendrías que estudiar muchísimo -le explicaron-. Además, el entrenamiento físico es muy duro, y la disciplina excepcional. Tu compromiso deberá ser completo.

Perico estaba más que dispuesto. Pero a medida que le fueron explicando qué es lo que tendría que hacer empezó a desanimarse. Tendría que entrenar durante meses, sin ver a sus padres ni a sus amigos. Y el enfrentamiento era tan duro que cansaba solo de pensarlo. Y la disciplina, eso sí que sonaba fatal.

-Si estás dispuesto a sacrificarte, podrás participar -le dijeron sus padres.

-Pero es que es muy duro -dijo Perico-. Y si no paso las pruebas no iré, y no habrá servido para nada.

-Paseo por la lunaEso no es del todo cierto -le dijeron los representantes de la agencia-. De todo se aprende, aunque si pretendes empezar pensando en el fracaso es fácil que no lo logres. Pero piénsatelo. Esto no es para todo el mundo, y no pasa nada si no lo haces. Si de verdad crees que no puedes hacerlo, sé valiente y reconócelo. Pero si de verdad quieres ir a la luna, debes ser capaz de sacrificarte y de comprometerte. Solo con buena actitud podrás alcanzar tus metas.

Perico se lo pensó. Él deseaba con toda su alma ser astronauta. Así que tenía que intentarlo. Así que aceptó.

Y tras quince meses de duro entrenamiento, Perico lo consiguió. Hubo momentos difíciles, pero nunca perdió de vista que el objetivo merecía la pena. Incluso cuando parecía imposible.
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