Marcianos contra selenitas
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Marcianos contra selenitas

Edades:
A partir de 4 años
Marcianos contra selenitas Hace mucho tiempo, todos los planetas de la vía láctea estuvieron habitados. Incluso en la Luna había vida. Pero por aquel entonces en la Tierra no había vida inteligente. Por eso casi nadie sabe esto que te voy a contar. Tampoco había seres inteligentes en la mayoría de las lunas de saturno ni en Plutón.

Por aquel entonces los habitantes de los diferentes mundos organizaban todos los años una competición. Pero como los años son diferentes en cada planeta se guiaban por los años de la Tierra, por tener buena temperatura y no poder aportar participantes a las competiciones. Ya por entonces se sabía que jugar en casa siempre daba ventaja, de alguna u otra manera.

En la última competición que se celebró los marcianos y los selenitas quedaron finalistas. El premio era muy jugoso: el mundo ganador gobernaría el sistema solar hasta el siguiente cataclismo. Los marcianos querían a toda costa el premio, pues llevaban mucho tiempo deseándolo. A los selenitas lo único que les importaba era ganar a los marcianos, porque les tenían mucha manía.

A los jovianos, los habitantes de Júpiter, les había tocado ser jueces esta vez, así que no podían participar. A cambio prepararon unas pruebas de lo más originales, difíciles y emocionantes. La mejor estaba reservaba para el final.

El día de la final, todos los participantes se reunieron. El lugar indicado era un punto del desierto del Sáhara.

El juez designado se dirigió a los presentes, competidores y espectadores, para explicar la prueba final.

-La prueba consiste en meter en una cesta dos millones de granos de arena. Ni uno más ni uno menos. Si no, habrá que volver a empezar.

Los marcianos y los selenitas se pusieron como locos a organizarse. Dos millones de granos de arena eran muchos, así que tenían que dividirse la tarea, buscar más cestos y establecer turnos de conteo, repaso y vigilancia.

Mientras lo hacían, los espectadores volvieron a sus casas, con una gran alegría. Todos sabían que reunir dos millones de granos de arena era muy difícil, porque la arena se la lleva el viento, porque al contarla se resbalaba entre los dedos y porque, de cualquier modo, el contrincante se las apañaría para que siempre faltase algo.

LMarcianos contra selenitasos demás habitantes de la Vía Láctea se quedaron tranquilos, pues sabía que la rivalidad entre selenitas y marcianos mantendría a cualquier de los dos lejos del gobierno interplanetaria, que hasta el momento estaba en manos de los jovianos, que gobernaban de manera justa y honesta, sin dejarse llevar por favoritismo, odios ni intereses personales.

Selenitas y marcianos estuvieron un siglo contando arena hasta que se dieron cuenta de que aquello era absurdo. Llevados por una rivalidad absurda, habían malgastado cien años de sus vidas para nada. Al final, cuando ya nadie se acordaba de aquello, acordaron un empate.

Poco después una gran cataclismo acabó con la vida en todos los planetas, excepto en el planeta Tierra. Esta historia perduró escondida en el fondo de una cueva y ahora sale a la luz. Muchos no la creerán, pero otros, sin duda, entenderán muchas cosas que hasta ahora les parecían imposibles.
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