La ninfa Tralará, guardiana del lago
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La ninfa Tralará, guardiana del lago

Edades:
A partir de 6 años
La ninfa Tralará, guardiana del lago La ninfa Tralará vivía en un lago azul plagado de nenúfares y peces de colores que nadaban en sus cristalinas aguas. Le encantaba recibir visitas. Venían excursionistas que llenaban sus cantimploras en una fuente cercana y nadaban en el lago, ganaderos que hacían un descanso mientras iban a buscar a sus rebaños o investigadores que analizaban los animales y plantas de la zona.

Cada vez que alguien llegaba a la zona del lago, la ninfa Tralará le deleitaba con un repertorio de canciones dulces y armoniosas. Todos la miraban embelesados por aquella voz mágica y por su cabellera dorada que ondeaba movida por la brisa que levantaba la cascada del lago.

Un día, en vez de los excursionistas y ganaderos habituales, llegó un grupo de jóvenes a merendar en las inmediaciones del lago. Se dedicaron a comer y a beber sin preocuparse de recoger la basura como hacía todo el mundo. Dejaron todos los envases desperdigados por la zona y algunos hasta fueron a parar al agua. Incluso alguna colilla también.

La ninfa Tralará montó en cólera. Su voz pasó de ser dulce y melodiosa a tenebrosa y oscura. Su pelo dorado se volvió gris y su rostro se sumió en la más absoluta de las tristezas. Como vio que aquel grupo de personas no entraba en razón y no recogía la basura, decidió provocar una tormenta. Un chaparrón tan fuerte que aquellos excursionistas irresponsables tuvieron que huir despavoridos. Les pareció todo muy raro porque, nada más alejarse del lago, el sol volvió a brillar.

Decidieron volver y la tormenta voLa ninfa Tralará, guardiana del lagolvió a hacer acto de presencia. No entendían nada, era como si en ese lago hubiera un microclima. Pronto entendieron lo que estaba pasando, porque se lo contó un vecino del pueblo. La ninfa Tralará era amable y encantadora con quien cuidaba su lago. Pero podía volverse el peor de los enemigos si veía a alguien tirar basura. Arrepentidos, volvieron al fin de semana siguiente con bolsas de basura en las que arrojar los desperdicios. Agradecida, la ninfa Tralará les deleitó con la mejor de sus melodías.
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