La misteriosa desaparición de los juguetes
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La misteriosa desaparición de los juguetes

Edades:
A partir de 4 años
La misteriosa desaparición de los juguetes El colegio al que iba Lucy era un colegio como todos los demás. Un día comenzaron las obras. Nadie sabía qué es lo que estaban haciendo, hasta que un lunes Lucy y sus compañeros se llevaron una gran sorpresa. En el cole habían abierto una ludoteca para poder ir a jugar por las tardes.

La ludoteca del cole de Lucy tenía un montón de juguetes de todo tipo: había muñecas, peluches, coches, triciclos, puzzles, construcciones y muchas cosas más. Era un verdadero paraíso.

Lucy y sus amigos iban todas las tardes a jugar allí.

Un día, Lucy les dijo a sus amigos:
- ¿Os habéis dado cuenta de que cuando llegamos siempre está todo muy ordenado?
- Es verdad -dijo Pepe, el más pequeño de todos-. Y eso que lo dejamos todos los días hecho un desastre.

Todos los niños rieron la broma de Pepe y siguieron jugando.

Pero un día, cuando los niños entraron en la ludoteca, se encontraron que estaban todos los juguetes revueltos y desordenados. Al principio, los niños se sorprendieron, pero siguieron jugando como si nada.

Al día siguiente, cuando volvieron, todo estaba peor que el día anterior. Pero los niños jugaron como cualquier otro día.

A los pocos días, los niños empezaron a notar que cada vez había menos juguetes. Y los que había estaban destrozados. Pasadas unas semanas, ya no quedaban juguetes con los que jugar.

- ¿Qué habrá pasado con los juguetes? -dijo Lucy.
- No sé -dijo Pepe-. Pero yo no pienso volver aquí. Prefiero quedarme en mi casa, con mis cosas.

Los niños volvieron a sus casas. ¡Qué sorpresa se llevaron al ver que sus juguetes tampoco estaban! Todos estaban muy enfadados.

Cuando Lucy y sus amigos se encontraron al día siguiente en el cole, y se contaron lo que les había pasado, se enfadaron todavía más.

- Aquí está pasando algo -dijo Lucy-. Esto no es normal.

Al salir de clase, vieron que toda la calle estaba llena de carteles que anunciaban un orfanato de juguetes. El cartel decía:
Orfanato de juguetes busca niños responsables que quieran adoptar un juguete para cuidarlo y tratarlo bien. Se ruega a los niños que no cuiden de sus juguetes y que los dejen revueltos por el suelo, que por favor, no acudan.

- ¡Esto es lo que ha pasado con nuestros juguetes y con los de la ludoteca! -dijo Lucy señalando el cartel.

LLa misteriosa desaparición de los juguetesa maestra, que los estaba escuchando, se acercó y les dijo:
- Así es, Lucy. Todos vuestros juguetes están en el orfanato de juguetes. Allí los están arreglando. Solo los niños que se comprometan a cuidarlos podrán recuperarlos. A los juguetes hay que tratarlos bien, tenerlos limpios y colocarlos en su sitio cuando se acaba de jugar. ¿Os gustaría a vosotros que vuestros papás no os tuvieran limpios, que os zarandearan de acá para allá como un trapo o que os pusieran a dormir en cualquier rincón del suelo?
- No... -contestaron los niños.
- Pues a vuestros juguetes tampoco.

Los niños lo entendieron perfectamente y desde entonces tratan bien a sus juguetes, los cuidan y los dejan bien ordenados cuando acaban de jugar. Incluso han rescatado del orfanato a los juguetes más viejos y estropeados para arreglarlos ellos mismos. Todos los juguetes tienen derecho a jugar y a ser queridos.
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