La llave desaparecida
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La llave desaparecida

Edades:
A partir de 4 años
Valores:
La llave desaparecida Villatepierdes era un lugar curioso. Sus habitantes perdían algo todos los días. Ellos mismos se perdían por sus calles a menudo. Pero al final todo volvía a su sitio. Lo que desaparecía volvía a aparecer y los que se perdían se encontraban.

Enzo, el único policía que había en Villatepierdes siempre estaba ocioso, porque siempre aparecía todo. De vez en cuando se daba una vuelta para ver qué cosas se perdían con más frecuencia o quiénes eran los ciudadanos que más se perdían. Eso si tenía suerte y no se perdía él o no extraviaba algo por el camino.

Un día, Enzo recibió la visita de un señor que no había visto nunca.

-Señor policía, ha desaparecido una llave importante. Es muy urgente que la recupere.

Enzo, sin hacerle mucho caso, respondió:

-No se preocupe, buen hombre. Por si no lo sabe, esto es normal en este pueblo. En un rato su llave volverá a aparecer.

El hombre, viendo que el policía no le atendía, se marchó.

Al día siguiente empezó a llegar gente a la policía a denunciar la desaparición de objetos. A los dos días el problema se complicó, porque era la gente la que desaparecía sin volver a aparecer.

-Esto no es normal -dijo Enzo-. Vamos a ver qué pasa.

Como no había tenido nunca nada que hacer, Enzo había leído muchas novelas policiacas, así que estaba bien entrenado. En un gran panel colocó fotos de los objetos y personas desaparecidas, usó cordones de colores para relacionar los casos y ordenó todo cronológicamente.

Pero algo faltaba. Había algo que no cuadraba. Todas las pistas llevaban a algo que no estaba.

-¡Eso es! -gritó de repente Enzo-. ¡La llave!

Enzo salió corriendo a buscar al señor que había ido a la comisaría justo antes de que empezaran las desapariciones. El señor se alojaba en el único hostal del pueblo.

Pero cuando llegó no había nadie. Enzo solo encontró una nota con un mensaje en clave. Después de mucho pensar, Enzo logró descifrarla. La nota decía:

“Si no estoy es porque me he perdido. Encuentra la llave y aparecerá todo lo demás”.

Enzo trabajó sin descanso para encontrar la llave.

-Ay, si le hubiera hecho caso a este hombre, cuánto sufrimento hubiera evitado… y cuánto trabajo que me hubiera ahorrado -pensaba Enzo.

Después de días de búsqueda la llave seguía sin aparecer. Enzo pensó en voz alta.

-Todo lo que desaparece en Villatepierdes vuelve a aparecer.

-Eso es que alguien se la ha llevado -dijo una señora que entró en la comisaría en ese momento a denunciar otra desaparición.

-¡Eso es! ¡Tenemos un ladrón!

La llave desaparecidaEnzo movilizó a todo el pueblo. Entre todos registraron todas las casas hasta que, por fin, dieron con una en las afueras. El dueño había huído al enterarse de lo que el policía estaba haciendo.

Dentro de la casa estaban todos los objetos robados y todas las personas desaparecidas.

Enzo pidió disculpas al señor de la llave desaparecida por no haberle hecho caso.

-Siento no haberle atendido. Le agradezco su ayuda. ¿Por qué un mensaje en clave?

-Descubrí al ladrón, pero me acorraló y no podía escapar. Escribí la nota antes de que entrara. Use la clave de las novelas que usted lee para que pasara desapercibida.

-¿Sabe lo que leo? -preguntó Enzo, sorprendido.

-Vi los libros en la comisaría -respondió el señor.

Enzo se rió con ganas y le dijo:

-Creo que es hora de contratar un ayudante.
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