La librería de los cuentos bellos
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La librería de los cuentos bellos

Edades:
A partir de 4 años
La librería de los cuentos bellos La librería Los Cuentos de Matilde era una librería grande y bonita en el centro
de la ciudad, con un montón de salas con estanterías de madera repletas de
libros. Todos los padres compraban allí los libros del colegio, también libros
para cumpleaños, cuentos para jóvenes y no tan jóvenes.

Allí se amaban los libros, eran los únicos que podían llegar a transportarnos a
cualquier otro lugar, que nos acompañan cuando estamos solos, en cualquier
lugar, cuando estamos enfermos, cuando vamos en el tren, cuando estamos de
vacaciones… No nos piden nada a cambio salvo que los cuidemos, que
hablemos de ellos para que puedan ser leídos por otras personas, niños, niñas,
hombres y mujeres. Que todos podamos disfrutar de un buen libro.

Matilde, la librera, decidió hacer en su espacio una estantería para los niños y la
llamó la estantería de los cuentos bellos. Era una zona donde pondría los libros
de cuentos que tenían fotos preciosas, con portadas pintadas a mano, libros
únicos por sus historias especiales pero no solo eso, también dejaría que los
niños y niñas pudieran traer aquellos cuentos que quieran que lean otros niños
y que se puedan hacer intercambios. Incluso podrían dejarse notas dentro de
los cuentos explicando por qué ese libro les ha gustado tanto.

Cuando tuvo todo organizado puso un enorme cartel fuera de su librería: A
TODOS LOS NIÑOS Y NIÑAS PASEN Y CONOZCAN LOS CUENTOS
BELLOS.

Y así fue, después del colegio muchos papas y mamás se acercaron a la
librería a que los peques conocieran un montón de libros, que se pudieran
llevar aquellos que les gustarán y que supieran que podían traer sus favoritos
para compartirlos. A partir de esa semana la librería pasó a conocerse como la
Librería de los Cuentos Bellos y todos los colegios y familias estaban muy
contentos porque sus hijos leían más que nunca.

La librería de los cuentos bellosAdemás, a los niños les resultaba muy divertido dejar notas para los otros niños, algunos incluso hacían dibujos y los firmaban y así hacían amigos sin conocerse. Los cuentos bellos ya no eran solo lectura.

Y tú, amigo que me estás leyendo ¿Qué libro te gustaría compartir con un
amig@? Disfruta con mamá, papá, los abuelos, los tíos, tus herman@s…de ver
los cuentos bellos que tienes en casa.
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