La historia del león que se quedó sin melena
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La historia del león que se quedó sin melena

Edades:
A partir de 4 años
Valores:
La historia del león que se quedó sin melena Es bien sabido que los leones tienen una gran melena, mientras que las leonas carecen de ella. Pues esta es la historia de un león muy melenudo que, por listo, se quedó sin un solo pelo largo en toda la cabeza.

Este león vivía en un zoo, junto con otro león más joven y varias leonas. Los dos leones se pasaban el día peleando, intentando demostrar quién era más fuerte y más fiero. Porque a melenudo al león más mayor no le ganaba nadie.

De hecho, estaba presumiendo todo el día de melena, luciendo palmito y haciéndose el importante.

Un día, el león joven desafío al león melenudo diciéndole:

-Creo que tú eres más fiero y más fuerte, pero yo soy más valiente y mucho más listo que tú.

-De eso nada -dijo el león melenudo-. Yo soy mucho más valiente que tú.

-Demuéstralo y escápate de la jaula -dijo el león más joven.

-Eso es imposible -dijo el león melenudo.

-¿Habla el león cobarde que tiene miedo de salir o el león tonto que no sabe cómo salir de aquí? -preguntó el león joven.

A león melenudo no le gustó que le hablase así, y le contestó:

-Espera y verás. Saldré de aquí y tendrás que reconocer mi valía.

El león melenudo se pasó los siguientes días pensando cómo escaparse hasta que, finalmente, encontró un modo de salir de allí. Al fin y al cabo, el león joven no le había puesto condiciones y podría hacer cualquier cosa. Lo importante era demostrar que podía salir de la jaula, aunque no pudiera escapar del zoo. Al fin y al cabo ¿qué iba a hacer el fuera del zoo, si no sabía ni dónde estaba?

Y lo que hizo el león melenudo fue fingir que estaba enfermo. Se tiró en el suelo, sacó la lengua y se hizo el muerto. Todo el zoo se revolucionó.

CLa historia del león que se quedó sin melenauando lo fueron a buscar el león intentó escapar. Pero como llevaba tanto tiempo encerrado no sabía muy bien qué hacer; así que, sin darse cuenta de lo que hacía, intentó salir atravesando una zona poblada de vegetación.

Con tan mala suerte que lo que se encontró no fue otras cosas zarzas, así que terminó quedándose enredado en ellas, debido a su gran melena.

Los encargados del zoo no tuvieron más remedio que sedarle y cortarle la melena para sacarlo de las zarzas. Tardaron horas en cortar todo el pelo enganchado.

Cuando el león despertó y se dio cuenta de lo que había pasado se dio cuenta de que no solo era un tonto, sino que, sobre todo, era un completo presumido orgulloso y presuntuso.
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