La excursión de Rimi y Lomo
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La excursión de Rimi y Lomo

Edades:
A partir de 4 años
La excursión de Rimi y Lomo Ribi era un elefante de grandes orejas grises conocido en la selva por ser muy bueno y pasar el día riéndose con los animales que se encontraba a su paso. Lomo era un cerdito muy conocido por los grandes banquetes que preparaba para todos los animales y por andar escapando de los cazadores, pues a estos les gustaban mucho los cerditos como él.

Un día soleado Ribi convenció a Lomo para ir de excursión pero una excursión de verdad pues a Lomo no le gustaba caminar y siempre que iban a ir a algún lado le gustaba ir subido encima de nuestro elefante. Llevaban cada uno su mochila encima y grandes ganas. Empezaron la ruta cantando muy alto para que los pájaros les acompañasen. Se dirigían a la cascada del lago un sitio fantástico para sentarse sobre sus patas y comer algo mientras el aire les daba en la cara y se sentían como animales libres.

A mitad de camino Lomo ya iba cansado pues para seguir el ritmo de Ribi tenía que dar pasitos rápidos. Mientras Ribi daba una zancada como elefante Lomo daba tres pasitos seguidos y rápidos. Cuando llegaron por fin a la cascada chocaron sus patas y extendieron un mantel de cuadros rojos y blancos para poder disfrutar de la comida que traían en sus mochilas. Lomo le dijo a Ribi:

-Ribi, el paisaje ha sido fantástico y he disfrutado mucho caminando pero estoy cansado ¿Puedo ir luego en tu espalda?

-No sé, Lomo, creo que te viene bien caminar. Comemos y lo volvemos a hablar después mejor.

-Está bien -asintió el cerdito.

Cuando sacaron la comida de sus mochilas Ribi puso una ensalada, una empanada de espinacas y queso y un pastel de sandía encima del mantel. Sin embargo, Lomo sacó una bolsa de patatas fritas, un bocadillo de atún con mayonesa y un paquete de galletas de chocolate.

-La excursión de Rimi y Lomo¿Qué comida traes, Lomo? Eso es muy grasiento, una bolsa de patatas no es comida para comer a mediodía. Es normal que estés cansado cada poco. La comida es lo que nos da la energía para hacer las tareas del día a día si tu energía no es buena estarás cansado y te pondrás enfermo con facilidad.

-Ups -exclamó Lomo, el cerdito, abriendo sus grandes ojos.

-Lomo, guarda eso. Compartiré parte de mi comida contigo. Te sentirás mucho mejor.

-Está bien. Sé que eres mi amigo y lo haces porque yo esté bien.

Cuando acabaron de comer y de disfrutar el día mojando sus patas en la cascada, Lomo intentó ir caminando el camino de vuelta y notó como al tomar la comida saludable se acabó encontrando mucho mejor.
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