La desaparición de Don Percherón
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La desaparición de Don Percherón

Edades:
A partir de 6 años
La desaparición de Don Percherón Don Percherón era un caballo muy trabajador que realizaba sus tareas en la granja con mucho ahínco. Esto hacía quedar mal al resto de animales, que tenían que esforzarse más de lo que les apetecía para no sufrir las represalias de sus amos.

Un día de esos en los que Don Percherón se había quedado solo trabajando en el campo hubo una reunión de animales.

-Debemos conseguir que Don Percherón se tome un descanso -dijo Don Esbelto, el más joven de los caballos-. Se va a poner enfermo de tanto trabajar, y los demás con él.

-Nadie conseguirá convencer jamás a Don Percherón para que trabaje menos -dijo Don Buey.

-Podríamos convencerlo para que se hiciera el enfermo. Así podría tomarse unas vacaciones y no se notaría tanto que trabaja más que nadie -dijo Don Mulo.

Cuando Don Percherón escuchó aquello dijo que jamás haría una cosa así.

-Soy ya viejo, compañeros -dijo Don Percherón-. Si no trabajo pondrán a otro en mi lugar y yo tendré que marcharme de aquí.

Al día siguiente, Don Percherón no salió a trabajar y se quedó echado en el establo.

-Parece que finalmente Don Percherón cambió de idea y se está haciendo el enfermo -dijo Don Esbelto.

-Mira, parece que se lo llevan -dijo Doña Vaca.

Pasaron los días y Don Percherón no regresaba. Pero como no llegó ningún sustituto, el resto de animales tuvo que cargar con todo el trabajo.

-¿Dónde estará Don Percherón? -dijo Don Esbelto-. Sin él esto es peor todavía.

Como había tanto que hacer Don Mulo, que también era bastante mayor, decidió hacerse el enfermo, a ver si se lo llevaban con Don Percherón.

-No te hagas el enfermo, Don Mulo -le dijeron los demás-. Este truco ya no vale. Además, si Don Percherón no ha vuelto seguramente es que lo han sacrificado

-Oh, no -dijo Don Mulo-. Eso no lo había pensado.

Pero ya era tarde, porque justo en ese momento el amo fue a recoger a Don Mulo. Pero solo tres días después ya estaba el animal de vuelta.

-¿Sabes algo de Don Percherón? -preguntaron los demás-. ¿Lo han sacrificado?

-De eso nada, amigos, lo tienen dándose la gran vida con las yeguas y las crías -respondió Don Mulo-. Como es tan viejo le han dado un trabajo más fácil.

La desaparición de Don Percherón-¿Por qué a ti no te han dado otro trabajo? -preguntó Don Esbelto.

-Oí decir a los amos que como soy tan vago lo mejor sería sacrificarme y comprar otro mulo más joven -dijo Don Mulo-, así que he dejado de fingir para que crean que me he recuperado y me traigan de nuevo a trabajar.

-Será mejor que todos trabajemos más duro, compañeros, para que no se deshagan de nosotros -dijo Don Buey.

-Y así nos cuidarán y nos mimarán cuando seamos viejos, y nos darán un trabajo menos cansado, como a Don Percherón -dijo Don Esbelto.

Desde ese día ningún animal volvió a quejarse. Ahora trabajan con la misma ilusión y ahínco que Don Percherón, para ganarse un retiro tan dulce y agradable como el que se ganó su compañero.
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