En la granja de don Pedro
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En la granja de don Pedro

Edades:
A partir de 4 años
En la granja de don Pedro A la granja de don Pedro, el solitario anciano del pueblo, acudía todos los días por la mañana el pequeño Simón. Simón, sin que los supieran sus padres, guardaba algún dulce casero de los que hacía su madre, y ya preparada su mochila, antes de partir al colegio, se acercaba a ver a don Pedro. Le daba lo que había llevado para él y charlaban un ratito.

Don Pedro estaba muy triste, porque estaba solo. Pero siempre sonreía al ver a Simón.
El abuelo y el niño se divertían mucho juntos. Muchas tardes, cuando acababa sus tareas, Simón también iba a ver a don Pedro.

Don Pedro extrañaba a sus hijos y a sus nietos, que nunca lo visitaban, porque vivían muy lejos. El pequeño Simón no había conocido a sus abuelos, y le gustaba pensar que don Pedro era ese abuelo que no tubo.

Juntos se reían mucho. Así, el niño Simón aprendió sobre la vida en la granja, se hizo amigo de perros, vacas, gallinas y ovejas. Y Simón le contaba al abuelo sobre todo lo que aprendía en el colegio.

Los padres de Simón empezaban a sospechar que su hijo les ocultaba algo. No sabían muy bien dónde pasaba tanto tiempo el niño, ni por qué madrugaba tanto para ir al colegio. Así que una mañana decidieron seguirlo sin que se diera cuenta.

Lo vieron entrar en aquella granja, donde le esperaba un anciano que lo recibió con cariño. Pero no dijeron nada.

Por la tarde lo siguieron de nuevo. El niño volvió a la granja de aquel anciano. Al rato decidieron llamar a la puerta.

Don Pedro salió y les saludó amablemente. Simón se quedó sorprendido al ver allí a sus padres. Don Pedro, que no sabía que sus padres no estaban al tanto de las visitas del niño, pensó que era un buen momento para aclarar las cosas.

—No te asustes, Simón —dijo su padre—. No nos parece mal que visites a don Pedro. Pero deberías habernos hablado de ello.

AEn la granja de don Pedro partir de entonces, la madre de Simón prepara dulces extra para don Pedro. Incluso se los lleva ella misma, recién hechos.

Muchos domingos la familia entera va casa de don Pedro y comen con él. A don Pedro le encanta cocinar y está encantado de poder preparar para todos sus deliciosos guisos tradicionales. Y entre todos le ayudan con pequeñas reparaciones que necesita la granja o a hacer tareas que a don Pedro le cuesta hacer solo.

Simón sigue visitando a don Pedro todas las mañanas antes de ir al colegio y sigue pasando con él muchas tardes. Pero ahora sus padres saben a dónde va. Y todos son felices, cuidando los unos de los otros.
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