A Marcos le encantaban las películas de miedo, de vampiros y de zombies. Por eso, un año decidió disfrazarse de zombie en carnaval, pero no se lo dijo a nadie.
Marcos y sus amigos habían quedado en el parque para ir juntos a la fiesta que se había organizado en el pueblo. Cuando Marcos llegó sus amigos se quedaron boquiabiertos.
-¡Marcos, qué disfraz tan horrible! -le dijo Alicia, que iba vestida de princesa.
-Ese traje es horroroso, Marcos, y tu maquillaje resulta muy desagradable -dijo Rubén, que iba vestido de caballero medieval.
-Si por lo menos no caminases de esa forma tan demente.... -dijo María, que iba vestida de hada del bosque.
-Pues a mí me parece que vuestros disfraces son muy cursis y no digo nada -dijo Marcos.
-¡¿Cursis, dices?! -exclamó Alberto, que iba vestido de mago-. Mejor será que te busques otro grupo de horteras de tu tipo.
Todos estuvieron de acuerdo y dejaron a Marcos solo en el parque, que se quedó muy triste y disgustado.
De camino a la fiesta, los amigos de Marcos se encontraron con un grupo de niños disfrazados de vampiros que salieron de repente de un portal.
Los vampiros se echaron encima de ellos y les mancharon de sangre de mentira, les estropearon los disfraces y les revolvieron el pelo.
Marcos vio a lo lejos lo que pasaba y fue corriendo a ayudar a sus amigos. Cuando lo vieron llegar, los vampiros se asustaron y salieron corriendo. Marcos tenía un disfraz muy realista.
-Amigos, ¿estáis bien? -preguntó Marcos.
-¡Nos han manchado y estropeado los disfraces! -lloraban sus amigos.
-Bueno, esto tiene remedio. Dejadme a mí -dijo Marcos-.
Como ya no tenía remedio, Marcos terminó de manchar la ropa de sus amigos con el maquillaje de repuesto que llevaba dentro de su ropa, les colocó la ropa a su particular estilo y les revolvió el pelo. Cuando acabó, les dijo:
-Ahora sois princesa zombie, mago zombie, caballero zombie y hada zombie. ¿Qué os parece?
Los niños se miraron en el cristal de un escaparate. Durante unos segundos todos se quedaron callados Después, empezaron a mirarse unos a otros.
-¡Mola! -dijeron los cuatro a la vez.
-Ahora solo falta que aprendáis a andar como zombies y listo -dijo Marcos.
Marcos y sus amigos se fueron haciendo el zombie a la fiesta y se lo pasaron genial. Además, ganaron el premio al grupo mejor caracterizado, premio que siempre se llevaba el grupo de niños disfrazados de vampiros.