El limpiaventanas sideral
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El limpiaventanas sideral

Edades:
A partir de 6 años
El limpiaventanas sideral Como cada día, Donovan estaba cumpliendo con sus obligaciones: limpiar los cristales de la estación espacial desde fuera. La estación espacial era tan grande que tardaban tres meses enteros en limpiarlos todos.

Donovan no entendía por qué había que limpiar los cristales. La tarea no solo era terriblemente aburrida, sino que era completamente inútil Pero ahí lo tenían todo el día colgado, literalmente, enganchado a un tubo por si sus botas magnéticas fallaban, para no quedarse flotando en el espacio.

Pero aquel día Donovan no estaba en su mejor momento. Tras años haciendo lo mismo, día tras día, el muchacho había sucumbido al aburrimiento. Y el aburrimiento le hizo bajar la guardia. Así que, poco a poco, Donovan dejó de prestar toda la atención que debía a lo que hacía.

-¡Cuidado! -oyó gritar Donovan por el transmisor. Era el supervisor. El aparato de limpieza se había caído y no estaba enganchando al traje, como debía estar. Donovan se inclinó para cogerlo.

-¡Lo tengo! -dijo el muchacho. Pero parece que el aparato de limpieza no era lo único que el muchacho no había comprobado. Una de las botas no estaba bien fijada y se soltó. Y la otra tampoco estaba muy bien, así que acabó flotando junto a la nave.

-¡Rápido! ¡Comprobad el tubo! -dijo el supervisor-. Como todo lo hayas hecho igual, Donovan, vas a acabar a medio año luz de aquí.

Afortunadamente, el servicio de seguridad llegó a tiempo de sujetar el tubo que mantenía a Donovan unido a la estación espacial, pues este estaba a punto de soltarse justo cuando llegaron.

-El limpiaventanas sideral¿Qué? ¿Querías ir a limpiar las ventanas de la luna? -bromeó el supervisor-. Eres el auténtico y genuino limpiaventanas sideral, chaval.

Lejos de enfadarse con la broma, Donovan se tomó con humor el nuevo mote que parecía que le habían puesto. Ese día Donovan recuperó el interés por el trabajo que hacía e ideó formas de hacer más entretenido aquel tedioso quehacer diario.

Para empezar, animó su traje espacial y lo convirtió en lo más parecido a un traje de superhéroe que se podía. Si iba a ser el limpiaventanas sideral tenía que notarse, ¿no?
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