El Libro en Blanco, un cuento de Año Nuevo
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El Libro en Blanco, un cuento de Año Nuevo

Edades:
A partir de 4 años
El Libro en Blanco, un cuento de Año Nuevo En una pequeña aldea escondida en lo más profundo del Bosque de los Misterios, decenas de hadas se preparaban para la llegada del Año Nuevo.

Para la ocasión bajaba a la aldea Heliodora, la hechicera, y les dejaba un regalo. Las hadas estaban muy emocionadas, porque Heliodora la hechicera siempre les dejaba presentes muy especiales.

Una vez, Heliodora dejó un gran caldero mágico del que podían comer siempre, simplemente añadiendo un poco de agua de amor y polvo de amistad. Las hadas sacaban el agua de amor de una fuente mágica que años antes les había regalado Helidora. Y el polvo de la amistad salía de una pequeña mina que también había creado al hechicera para las hadas.

En otra ocasión, Heliodora había regalado a las hadas una nube mágica que tapaba un poquito para dar algo de sombra cuando hacía mucho calor y del que salía una fresca lluvia cuando las flores empezaban a ponerse mustias. Lo único que tenían que hacer las hadas era cantar a coro unas canciones que les habían enseñado la hechicera.

Pero esta vez el ambiente que reinaba entre las hadas estaba un poco tenso. Todas estaban contentas por la llegada del Año Nuevo y la visita de Heliodora, pero habían tenido problemas entre ellas y muchos de los regalos de los años anteriores estaban a punto de estropearse.

Cuando Heliodorallegó, justo en el cambio de año, se quedó sorprendida. Las hadas no parecían las mismas. Se las veía sonrientes, sí, pero nerviosas.
Heliodora echó un vistazo. Y lo vio. Las hadas lo notaron.

-¿Qué ha pasado aquí? -preguntó Heliodora.
Ninguna respondió.
-Veo que habéis tenido problemas -dijo la hechicera-. A ver si lo adivino. Habéis reñido por algo, tal vez, por el reparto de las tareas. ¿Me equivoco?

Todas negaron con la cabeza.

-A ver qué más -siguió diciendo Heliodora-. Os habéis dicho cosas muy feas entre vosotras y… dejadme que piense… ¡Lo tengo! Os habéis puesto en evidencia unas a otras hablando de los peores defectos de las demás.

Las hadas miraban al suelo. ¡Heliodora lo había adivinado!

-Está bien, entonces el regalo de este año os va a venir de fábula -dijo la hechicera.
Las hadas, que habían pensando que se quedarían sin regalo, la miraron sorprendidas.

-El Libro en Blanco, un cuento de Año NuevoAquí os dejo el Libro en Blanco -dijo Heliodora-. En él tenéis que escribir todos los días algo hermoso de alguna de vosotras, y lo tenéis que hacer todas juntas. Empezaréis por orden de edad, desde la más joven a la más anciana. Y cuando acabéis, volveréis a empezar.

-¿Qué pasa con el caldero, la mina, la fuente, la nube y con todo lo demás? -preguntó una de las hadas.

-No os preocupéis -dijo Heliodora-. Estoy segura de que, si hacéis bien la tarea del libro, todo funcionará perfectamente.

Y así fue. En cuanto las hadas empezaron a escribir cosas bonitas de las demás todo volvió a su ser. Porque la magia se mantenía viva en aquella aldea porque todas las hadas trabajaban juntas, en equipo y de manera organizada. Solo cuando aparecía la pereza, la envidia o la avaricia se empezaba a estropear todo.
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