El ladrón de fiestas
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El ladrón de fiestas

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El ladrón de fiestas En Villanueva de Altofestejo todos los días se celebraba una fiesta. Pero la más importante de todas era de Año Nuevo. Toda la villa se engalanaba la noche anterior para despedir un año y recibir el siguiente. Y así, los vecinos enlazaban una fiesta con otra para que, al salir el sol, todo el mundo pudiera gritar de alegría para inaugurar otro año lleno de fiestas.

Pero hubo una vez en la que los vecinos de Villanueva de Altofestejo estuvieron a punto de quedarse sin fiestas durante un año. Los acontecimientos ocurrieron más o menos así.

Como en Villanueva de Altofestejo había que organizarse, entre todos decidieron nombrar a un Fiestero Mayor al jefe de policía. Las obligaciones del Fiestero Mayor consistían en tenerlo todo en orden para que las fiestas se desarrollaran con total normalidad y en pacífica armonía.

Las fiestas de Villanueva de Altofestejo atraían a muchos turistas todo el año. El Fiestero Mayor los recibía, les explicaba las costumbres de cada fiesta y, de paso, les investigaba un poco para asegurarse de que no se colaba ninguna persona problemática.

Hasta que un día se despistó y no salió a recibir a los visitantes. Con tan mala suerte que se coló el ladrón de fiestas. El ladrón de fiestas lo había intentado muchas veces, pero siempre lo habían expulsado. Tanto lo intentó que, al final, lo consiguió.

Y así, durante la Noche Vieja, el ladrón de fiestas robó el pliego que contenía el discurso que inauguraba las fiestas de ese año. El pliego formaba parte de la tradición de Villanueva de Alto Festejo y, sin él, ninguna fiesta tenía sentido.

Cuando la mañana de Año Nuevo, el Fiestero Mayor fue a leer el discurso se quedó helado. Quedaban solo cinco minutos para inaugurar el Año Nuevo Fiestero y no tenía el pliego del discurso inaugural.

-Pues sin fiestas no nos quedamos, eso seguro -dijo el Fiestero Mayor. Sin pensárselo dos vece, cogió una gran carpeta, salió al estrado y dijo, con voz ronca y pesada, fingiendo problemas para hablar:

-Queridos vecinos de Villanueva de Altofestejo.

Hubo una ovación general.

-Apenas tengo voz hoy.

El ladrón de fiestasOtra ovación.

-Así que voy al grano: queda inaugurado el año Fiestero de Villanueva de Altofestejo.

La música empezó a sonar, al gente se puso a bailar y a nadie le importó lo que había pasado.

El ladrón de fiestas se enfadó tanto que tiró el pliego inaugural y se fue por donde había venido.

Alguien encontró el pliego, se lo llevó al Fiestero Mayor, que lo expuso en el ayuntamiento como si nada hubiera pasado.

Y es que a veces es mejor improvisar una solución rápida a un problema para salir del paso que lamentarse porque las cosas no son como se esperaba. Y si hay que saltarse la tradición o hacer las cosas de otra manera ¿qué más da, si se sale adelante?
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