El día que el Equipo 4A salvó el mundo (aunque nadie más que ellos se enteró)
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El día que el Equipo 4A salvó el mundo (aunque nadie más que ellos se enteró)

Edades:
A partir de 6 años
El día que el Equipo 4A salvó el mundo (aunque nadie más que ellos se enteró) Ángel, Ana, Adrián y Alisa jugaban en el parque a su juego preferido: rescatar a la humanidad de peligros inimaginables.

Eran el Equipo 4A.

Todos en el parque los conocían, y siempre les proponían pruebas que superar y problemas que resolver.

Aquel era el parque más divertido del mundo.

Lo que no sabía nadie es que también era el más peligroso.

Ese día, Ángel, Ana, Adrián y Alisa encontraron una puerta escondida tras unos arbustos.

—¡Esto no estaba antes aquí! ¡Estoy segura! —exclamó Ana.

—Si eso es cierto, estamos ante un gran enigma. Lo presiento —dijo Ángel.

Con cautela abrieron, los miembros del Equipo 4A abrieron la puerta.

—¡Qué curioso! Con lo pequeña que es, cabemos todos a la vez —dijo Adrián.

Dieron un paso hacia la oscuridad.

No pasó nada.

Dieron otro.

Todo se iluminó de repente. Estaban en…

—¡Un mundo mágico! —exclamó Alisa.

Mientras exploraban el lugar concoieron criaturas fantásticas de todo tipo, como unicornios, centauros y dragones. Probaron deliciosos manjares y escucharon los sonidos más bellos.

Pero también descubrieron que aquel mundo mágico y su propio mundo estaban en peligro.

—¡Ese Mago Oscuro no se saldrá con la suya! —exclamó Ángel.

—¡Lucharemos! —dijo Adrián.

—Nadie va a acabar con este lugar, ni con nuestro mundo tampoco —dijo Alisa.

—Organizaremos el mayor ejercito jamás conocido con nuestros nuevos amigos fantásticos —dijo Ana.

En lo que parecieron horas, pero que en nuestro mundo fueron apenas unos minutos, el Equipo 4A reunió un ejército. Ya estaban listos para la gran batalla cuando llegó una enorme ave fénix con un mensaje.

—¡Se ha rendido! ¡El Mago Oscuro se ha rendido! —gritó Ana.

—¿Y si es una trampa? —dijo Ángel.

—Investiguemos —dijo Alisa.

—Vamos a firmar la paz, a ver qué pasa —dijo Adrián.

—No podréis, el Mago Oscuro se ha desvanecido —dijo el ave fénix.

—¿Por qué? —preguntaron todos.

—Solo había una fuerza que podía vencerlo: el poder de la amistad —dijo el ave fénix.

— Y esta ñoñería, ¿a qué viene? —dijo Ángel.

— No lo estropees, bro —dijo Adrián.

El ave fénix continuó con lo que estaba diciendo:

—La fuerza de vuestra amistad y determinación han sido su final.

—¡Buf! —exclamó Ángel.

—¿Prefieres la lucha a un final pacífico? —preguntó el ave fénix.

El día que el Equipo 4A salvó el mundo (aunque nadie más que ellos se enteró)—Bueno, ya que lo dices, un poco de pim-pam, pim-pam…

—Puede que haya oportunidad más adelante —continuó el ave fénix—. El Mago Oscuro se ha desvanecido, pero su magia aún está presente en este mundo. Manteneos vigilantes.

El Equipo 4A regresó al parque cruzando de nuevo la puerta mágica.

—¡Hemos salvado el mundo! —gritó Ana.

—Sí, pero nadie se ha enterado —dijo Adrián.

—Lo sabemos nosotros, y con eso basta —dijo Alisa.

—También sabemos que el peligro no ha pasado, así que a entrenar —dijo Ángel.

El Equipo 4A busca la puerta entre los arbustos todos los días y sigue entrenando, por si tienen que plantar batalla otra vez a cualquier poder maligno.

Mientras estén unidos, nada podrá derrotarlos. El mundo está a salvo con ellos.
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