El brujo que siempre llegaba tarde
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El brujo que siempre llegaba tarde

Edades:
A partir de 6 años
El brujo que siempre llegaba tarde Había una vez un brujo que siempre llegaba tarde. Daba igual que se tratara de una reunión, de un ritual o de una fiesta. Él siempre llegaba tarde.

Todos los sabían, pero, como era el ser más poderoso de todos, no se atrevían a decirle nada. En su lugar, lo que hacían era decirle que la hora del encuentro era mucho antes. El problema es que el brujo se terminó dando cuenta, así que daba por hecho que podía llegar tarde. El resultado fue que cada vez llegaba más y más tarde.

Un día, el Comité de Seguridad Fantástica le envió un mensaje urgente. El mensaje decía que se había convocado una reunión extraordinaria para tratar un problema de suma importancia y que la vida de todos dependía de ello.

-Mañana, a las 9 -dijo el brujo-. Entonces seguro que no empezarán hasta las 9 y media como muy pronto. Así podré desayunar tranquilo.

Al día siguiente, el brujo se presentó a las 10 en la reunión. Pero cuál fue su sorpresa al vez que la sala de reuniones estaba patas arriba. Y no había nadie.

-Ya decía yo -dijo brujo-. Seguro que llego pronto.

El brujo se dio una vuelta, pero no encontró a nadie. Todo el mundo había desaparecido. Y allá por donde pasaba solo encontraba desorden, destrucción y caos.

-¿Qué ha pasado aquí? -se preguntó el brujo.

Entonces oyó un ruido. Por precaución, el brujo se escondió. Desde su escondite vio a dos trolls. Hizo un hechizo para permanecer invisible y se acercó. Lo que escuchó le dejó helado. Los trolls se habían aliado con un mago oscuro de las cavernas y habían raptado a todos los seres fantásticos para apropiarse de su mundo.

-¿Estaban todos reunidos? -preguntó un troll al otro.

-Sí, han dicho que estaban todos -respondió el otro.

El brujo pensó que se habían olvidado de él. Y se ofendió. Sin embargo, de pronto se dio cuenta de que no era así. Habían mentido para protegerlo y, así tener una oportunidad. Sí, eso había pasado. Ahora estaba en manos del brujo salvarlos.

El brujo que siempre llegaba tardeComo nadie esperaba su presencia, al brujo le resultó fácil llegar hasta donde estaban sus amigos retenidos y los salvó.

Todos le dieron las gracias, aunque también le recordaron que nada de eso habría pasado si hubiera llegado puntual. Porque su poder era tan grande que podría haber evitado el desastre.

El brujo reconoció su error y prometió ser más puntual.

Así es como el brujo aprendió la importancia de llegar a tiempo y como los demás entendieron que de nada sirve no hablar las cosas. Porque si hubieran abordado el verdadero problema de la puntualidad del brujo este podría haber entendido el problema mucho antes.
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