Cuco y la poción mágica
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Cuco y la poción mágica

Edades:
A partir de 4 años
Cuco y la poción mágica En una aldea vivía un matrimonio humilde. Se dedicaban a cultivar sus tierras y a cuidar del ganado. Tenían un hijo y una hija que se llamaban Cuco y Carolina. Cuco siempre estaba junto a su inseparable perro Pulguitas. Su hermana Carolina adoraba a su hermano y siempre le acompañaba a todos lados. Era así porque Cuco era ciego y necesitaba la ayuda de otra persona para moverse.

Les encantaba inventarse historias de piratas y simular que buscaban misteriosos tesoros. Salían a la calle en busca de aventuras siempre acompañados por su perro Pulguitas. Una mañana, cuando la familia estaba desayunando, sonó un Toc Toc, la puerta sonó, fueron a abrir y apareció un pequeño hombre en la puerta de casa:

- Buenos días querida familia. Vengo caminando desde muy lejos y llevo días sin comer ¿Me podríais ayudar?

La familia, que era muy generosa, le ofreció un cuenco de leche recién ordeñada y un buen trozo de bizcocho de naranja. Además, dejaron al forastero quedarse algunos días en su casa para que pudiera descansar y reponer fuerzas. Un día, al calor de la chimenea, el visitante les contó una historia. Trataba de una poción mágica que podía curar cualquier cosa. Cuco se fue a la cama pensando en encontrarla y poder curarse de su ceguera, que parecía desde que había nacido.

A la mañana siguiente, el niño se levantó temprano y fue a dar de comer a los animales y a recoger leña. Pulguitas le acompañó. Mientras cortaba unos troncos, escuchó un ruido entre los árboles. Se dio cuenta de que en realidad era el forastero que le quería dar un mapa con el que encontrar la famosa pócima. Le dijo que su regalo tenía una parte negativa: si en dos días no lograba su objetivo, no podría regresar nunca a su casa. Cuco aceptó pero, como no podía ver, su perro fiel le acompañó.

CCuco y la poción mágicauando llevaban un día de camino, el mapa les hizo detenerse. Se toparon con un río y, con la ayuda de Pulguitas, Cuco pudo llegar hasta la otra orilla. Se encontraron después con una gran cuesta. Al día siguiente se toparon con un terreno de arenas movedizas y al rato con una plaga de hormigas rojas. Cuco fue librándose de todo con ayuda de su perro Pulguitas. Al final, se encontró con una nota que decía: Cuco, lo has logrado. Has superado todos los obstáculos con tesón y ayudándote de tu amigo. Te mereces más que nadie esa poción que buscas.

Fue así como el niño pudo curarse y aprender una valiosa lección.
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