Adela y la pompa de jabón
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Adela y la pompa de jabón

Edades:
A partir de 4 años
Adela y la pompa de jabón Adela era un hada muy buena. Era reconocida por todas por llevar un vestido azul celeste, una enorme capa rosa de terciopelo y por tener de varita mágica un paraguas de caramelo. Sí, sí, como oís, de caramelo.

Cada vez que entraba en la sala de reuniones de las hadas se hacía la luz, todo eran risas, contar historietas y pensar nuevas ideas y sueños por cumplir. Todas la querían mucho porque era la única a la que todavía se la consideraba novata.

En una de esas reuniones, a Adela se le ocurrió pensar que para entrar en las casas de los niños mejor que aparecer de repente podían entrar por la ventana dentro de una pompa de jabón. Le pareció muy divertido. Intentaría hacer las pompas soplando directamente de su paraguas tras pronunciar las palabras: "Chimpún, Chimpin, pompa por aquí".

Todas las hadas aplaudieron, pero cuando Adela se fue todas se rieron. Si aplaudieron fue porque pensaron que era una idea imposible que le serviría de escarmiento para que la bruja aprendiz fuera descubriendo sus límites.

Adela insistió, insistió, pero veía que no salía nada de su varita. Sin embargo, ella decidió que no desistiría hasta que lo lograse. Cambió su varita de caramelo por un paraguas mágico que la acompañaba desde niña. Cuál fue su sorpresa que al decir Chimpún, Chimpín lo que se produjo fue una gran tormenta. Acabó mojada, con su capa rosa como un gran lago.

Lo intentó de nuevo con una serpentina de papel. En cuanto la echaba a volar decía sus palabras mágicas, pero al final lo que ocurría es que el hada novata acababa enroscada en el papel sin poder moverse.

Los días fueron pasando y el resto de hadas empezaron a echar de menos a su hada novata y pensaron que quizá la idea de no decirle la verdad no era tan divertida. Se juntaron todas y decidieron ir a buscarla y contarle que su idea no podía ser por muy hada que fuera.

Adela y la pompa de jabónSe acercaron a la puerta para salir cuando para su sorpresa se oyó un enorme CHOF! En medio de la sala y ante ellas ahí estaba, el hada Adela dentro de una enorme burbuja de jabón.

Todas las hadas aplaudieron alucinadas y cuando Adela tocó suelo la abrazaron y le preguntaron como lo había conseguido. Ella les dijo:

-Simplemente cerrando los ojos y deseando mucho una cosa acaban apareciendo las buenas ideas.

Todas las hadas decidieron que a partir de entonces Adela ya no era una hada novata.
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