A Ana no le gusta la hora del baño
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A Ana no le gusta la hora del baño

Edades:
A partir de 3 años
A Ana no le gusta la hora del baño La pequeña Ana solo quiere jugar. Cuando llega del cole con mamá merienda un delicioso bocadillo de jamón y queso y una pieza de fruta. En cuanto acaba se levanta corriendo de la silla para ir a su cuarto a sacar sus juguetes del baúl.

Le gusta jugar con sus coches de colores, con su cocina moderna con uno y mil alimentos que coloca alrededor suyo en la alfombra. Otros días le gusta jugar con sus piezas de lego y sus puzzles de su serie favorita. Mamá le deja un rato y luego va al cuarto con ella, juega un poco y le manda recoger todas sus cosas para hacer la ficha que le ha mandado la profe y leer un poco.

Le gusta hacer las cosas del cole, porque la profe siempre lo revisa y le dice las cosas que ha hecho bien y eso le hace sentir muy bien. Leer le cuesta un poco más, sobre todo algunas letras.

Cuando acaba de hacer sus deberes le toca el momento del día que menos le gusta. Mamá le indica que tiene que ir a la ducha, que tiene que quedar muy limpia para dormir mucho mejor y además estar sana y preparada para el día siguiente.

A Ana no le gusta el baño, porque lleva tiempo y le gustaría volver a jugar antes de cenar, porque a veces siente escalofríos cuando sale de la bañera, y porque no le gusta secarse el pelo, que es tremendamente aburrido. Mamá ya no sabe qué hacer para conseguir que Ana se vaya al baño sin discusiones o incluso que disfrute del baño.

Un día todo fue distinto. Mamá le dijo a Ana que hoy después de merendar harían la ficha, tendrían su tiempo de lectura y después irían a la ducha así tendría más tiempo para jugar después y además estaba segura de que este día el baño le iba a gustar, porque tenía una sorpresa para ella.

CA Ana no le gusta la hora del bañouando acabaron de hacer todo mamá se fue al baño y Ana, que tenía mucha curiosidad, decidió no llorar ni quejarse como otras veces. Fue allí y, de repente, del baño salieron notas musicales. Mamá abrió el agua despacio mientras sonaba su música favorita. ¡Qué bien! Ana sonrió y le dijo a mamá que si cantaba con ella. Juntas cantaron una canción mientras Ana se metía en la ducha y no perdía el tiempo como otras veces. Mamá estaba contenta porque Ana había disfrutado con la hora del baño. A partir de ahora la música formaría parte de su día a día.
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